El sexagenario cura Ignacio Mantecón no cesa de enderezar con deporte y música el camino de los muchachos de El Agustino
El cura Ignacio Mantecón sostiene que desea convertir las calles en espacios atractivos llenos de arte, música y deporte es una fórmula infalible para alejar a los jóvenes del pandillaje y de las drogas. A sus 63 años, el padre ‘Chiqui’ para todo el mundo, es uno de los personajes más queridos de El Agustino, y la tiene clara: “Muchos tratan a los pandilleros como animales y no se dan cuenta de que son seres humanos que solo quieren una mano amiga. Entendí que la mejor manera de ayudarlos es meterse en su contexto, saber sus carencias, sus necesidades”.
Este sacerdote jesuita llegó al Perú en 1984 para trabajar en los colegios Fe y Alegría, pero fue en el popular ‘Agucho’ donde afianzó no solo su labor pastoral como puntal de la parroquia Virgen de Nazaret, sino también su eficaz trabajo para alejar del vicio y la violencia a las barras bravas, pandilleros y drogadictos canalizando positivamente con música y deporte su energía mal llevada.
Luego de más de dos décadas enderezando caminos, ‘Chiqui’ sigue siendo el principal motor de la Asociación de Grupos Juveniles de El Agustino Martin Luther King (MLK), que formó a mediados de los noventa con ex integrantes de la pandilla Los Picheiros. El fútbol fue y es la principal manifestación de la asociación. Su equipo mayor es habitual protagonista de campeonatos de liga en canchas de tierra. Sus divisiones menores, gracias a los contactos y diligencias de ‘Chiqui’, se codean con técnicos de la Fundación Real Madrid tanto en Lima como en la capital española.
A él no le gusta que lo traten de usted y viste camisetas manga cero. El arete que sobresale en su oreja izquierda y su contagiante ritmo de rock que comparte cada vez que le alcanzan una guitarra demuestran su espíritu juvenil.
“Seguiría jugando fútbol si no fuera porque hace unos años me rompieron los ligamentos del tobillo”, asegura el religioso. Y lamenta que muchas veces la Iglesia olvida buscar a la oveja perdida y dejar a las otras noventa y nueve, como el mismo Jesús pregonó.
El cura español Ignacio Mantecón, sin duda cuenta con vocación, y con esto va "enderezando caminos" con jóvenes de el Agustino, el trabajo que realiza y, que por cierto evidencia resultados, está basado en toda una filosofía que habita en él, que implica el entender la realidad de estos muchachos sumergiéndose verdaderamente en su mundo ya que esto le da una perspectiva totalmente diferente.
El cura español Ignacio Mantecón, sin duda cuenta con vocación, y con esto va "enderezando caminos" con jóvenes de el Agustino, el trabajo que realiza y, que por cierto evidencia resultados, está basado en toda una filosofía que habita en él, que implica el entender la realidad de estos muchachos sumergiéndose verdaderamente en su mundo ya que esto le da una perspectiva totalmente diferente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario